¿Qué es una “Startup”?

Startup… Este término está muy presente desde hace unos años en el mundo empresarial. Se refiere a todas aquellas empresas emergentes en las cuales la tecnología está muy ligada a la estrategia de un negocio. Las startups son nuevas empresas con ideas nuevas, brillantes y sobresalientes en un mercado sobresaturado.

¿Qué es una Startup?

En resumen, una startup es una empresa con base tecnológica y gran capacidad de adaptación que desarrolla productos y servicios de innovación en los que sus procesos están pensados para poner al cliente en el centro de toda estrategia. Es importante destacar que intenta operar con unos costes mínimos para que los beneficios sean lo más altos posibles. Estos dos puntos les diferencian mucho de las grandes empresas o pymes ya establecidas con anterioridad.

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Pero… ¿cómo podemos arrancar o iniciar una startup?

Para crear una startup de inicio con unas bases sólidas es importante tener en cuenta las siguientes condiciones o circunstancias:

• Tu producto / solución debe resolver un problema o necesidad de un segmento de la sociedad para así determinar si realmente hay mercado.
• Tener una idea disruptiva para afrontar dicho problema o necesidad.
• Acceso a tecnología y recursos mínimos que permita desarrollar dicha idea.
• Elaborar un plan de acción a corto, medio y largo plazo diferencial.
• Rodearte de personas en tu equipo que sean grandes profesionales con mucha motivación (¡y que sobre todo les encante su trabajo!)

Características de una startup

Startup es sinónimo de muchos de los conceptos que vas a ver en el siguiente punto:

• Tecnológicas: las buenas ideas deben estar siempre presentes en su ADN para que acompañe su tirada en el mercado y tenga una buena aceptación inicial. Junto con estas ideas, hay una tecnología digital como uno de los protagonistas principales para evolucionar.
• Costes bajos: uno de los retos principales de este tipo de compañías es mantener siempre los costes bajos de producción para crecer de forma más acelerada.
• Escalables: una startup debe adaptarse a cualquier ritmo y debe tener suficiente capacidad para crecer y generar ingresos de forma rápida (a la vez que su producción y ventas). No por ello significa que los gastos se incrementen.
• Jóvenes y dinámicas: suelen haber talentos jóvenes, con ganas, con un ambiente moderno, tecnológico y flexible. Todo el equipo está familiarizado y van todos a una para intentar conseguir financiación.

Repite con nosotros: Aplica el Método Lean

El método Lead está pensado de forma específica para startups, ya que se basa en la rapidez y eficacia a la hora de tomar decisiones, mover el rumbo rápidamente y lanzar al mercado nuevos servicios o productos. En definitiva, una estrategia del todo válida para optimizar un negocio, sobre todo en la fase inicial.

Este método se sustenta en la idea principal de solventar las necesidades de los clientes potenciales o target, eliminando largos procesos y centrándose directamente en la solución. Precisamente lo que pretende eliminar es invertir tiempo y dinero exagerado en la implementación de un producto robusto que al final no encaja en el mercado porque no es lo que los distintos usuarios buscaban realmente. Este método apoya la idea de salir al mercado con un producto o servicio con una primera versión para así recoger feedback por parte de los usuarios y le permitirá mejorarlo con todas estas sugerencias. La premisa básica sería: crear, medir y aprender.

Tipos de financiación para startups

Las startups también tienen un componente económico distinto a las empresas más tradicionales. Muchas startups con poca inversión (conseguida, por ejemplo, a través del Crowfunding) intentan traccionar su producto con un pequeño MVP (Minimum Viable Product) invirtiendo relativamente poco, para así después escalar en clientes e inversión.

La tipología de inversores de este tipo de negocios es muy amplia, pero estos son los principales:

‘Business angels’

Este tipo de inversores son personas que apuestan por un nuevo negocio. Los business angels suelen involucrarse con la empresa en otros aspectos como contactos, clientes y expertise, además de económicamente. Existen cuatro tipos: empresariales, financieros, trabajadores y consultores. Dependiendo del tipo que sean así será su inversión. La menor inversión es la de los consultores, con 25.000€ como mínimo, y la mayor es la de los financieros, que invierten un mínimo de 150.000€.

FFF (Family, friends and fools)

Hay algunos que no los consideran como inversores, pero lo cierto es que representan una parte fundamental en la fase más inicial. Los “FFF” son personas del entorno cercano del emprendedor que aportan un capital mínimo y reducido para apoyar en el inicio. Si bien hay quienes no les considera inversores como tal, representan una parte fundamental durante la fase inicial de creación de algunas startups.

‘Venture capital’

En español este tipo de inversor es conocido como capital riesgo, y suele aparecer cuando la ‘startup’ se encuentra en una etapa algo más avanzada y aterrizada. El venture capital son fondos especializados de inversión que aportan cantidades mucho mayores, normalmente dividida en rondas, para garantizar que la empresa no se quede sin dinero.

‘Seed capital‘

Esta variante suele darse en la fase temprana del ciclo de financiación de la compañía, cuando aún no hay beneficios. Cuantas más semillas consiga la empresa, más altas serán sus posibilidades de crecimiento. Algo importante a destacar es que la decisión de invertir, en este caso, no se basa en la rentabilidad que esté dando la ‘startup’ en el momento, sino más en el potencial de la idea y su equipo.

‘Private equity’

En este caso, esta financiación se produce en caso de startups consolidadas que necesitan más inversión para seguir expandiéndose y creciendo de forma exponencial.

Y… ¿Cuándo una startup deja de serlo?

Una startup deja de serlo cuando se da uno o más de uno de estos casos:

• Ya no es una entidad independiente, sino que se ha fusionado o ha sido adquirida por otra empresa (proceso de M&A).
• Sirve de inspiración para otras empresas y comienza a tener competidores en el mercado.
• Sus ingresos se equiparán a sus gastos.
• Sale a cotizar en bolsa.

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Renovarse o morir… Este es el lema que impulsa a las startups a crear ecosistemas innovadores centrados en la experiencia de los clientes y sus necesidades. Si tienes en mente emprender un negocio, montar tu propia startup y convertirte en tu propio jefe, cuenta con Talenom para que te guíe en el transcurso.

¿Te has quedado con alguna duda sobre el concepto “Startup”? Te esperamos en los comentarios.