Verificación fiscal
Qué es la verificación fiscal y cómo afrontarla
La verificación fiscal es un procedimiento llevado a cabo por la Agencia Tributaria con el objetivo de comprobar la exactitud y veracidad de los datos declarados por un contribuyente, ya sea una empresa, un autónomo o una persona física. A través de este proceso, Hacienda contrasta la información incluida en las autoliquidaciones o declaraciones presentadas con los datos de los que dispone en sus bases, así como con los que puede solicitar a terceros.
Este tipo de actuación forma parte del conjunto de comprobaciones limitadas, lo que significa que no implica necesariamente una inspección profunda o presencial, como ocurre en una inspección tributaria completa.
¿Qué revisa la verificación fiscal?
Durante una verificación fiscal, la Administración puede revisar:
- Declaraciones de impuestos como el IVA, IRPF o Impuesto de Sociedades.
- Incongruencias entre distintas declaraciones del mismo contribuyente o de terceros (clientes, proveedores, bancos, etc.).
- Datos que no coinciden con los modelos informativos presentados.
- Posibles errores, omisiones o incoherencias en las liquidaciones tributarias.
¿Qué puede suceder tras una verificación?
Si Hacienda detecta alguna irregularidad tras la verificación, puede:
- Requerir documentación adicional.
- Proponer una liquidación provisional.
- Reclamar el ingreso de una cantidad adicional si corresponde.
- Aplicar sanciones si considera que ha habido omisiones relevantes o errores voluntarios.
En caso de no detectar ninguna incidencia, se da por finalizado el procedimiento sin consecuencias para el contribuyente.
La verificación fiscal es un proceso clave para garantizar el cumplimiento tributario. Para las empresas y autónomos, es fundamental mantener una contabilidad ordenada y transparente, así como contar con el apoyo de asesores fiscales profesionales, para afrontar estos procedimientos con seguridad y minimizar riesgos.