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Capital
¿Qué es capital en una empresa?
El capital en lo que se refiere al ámbito empresarial son los recursos financieros y bienes que tiene una empresa para llevar a cabo las actividades económicas propias del negocio. Este incluye cualquiera de los activos, ya sean tangibles o intangibles, indistintamente.
Por ello, también se consideran capital las ganancias, así como los recursos financieros invertidos en la empresa con el objetivo de producir otros bienes.
Tipos de capital empresarial
Los tipos de capital empresarial representan distintas formas de financiar y sostener la actividad económica de una empresa.
- El capital social es el dinero o los bienes que los socios o accionistas aportan al constituir la empresa. Este capital forma parte del patrimonio de la empresa y se registra formalmente en sus estatutos. En sociedades limitadas se expresa en participaciones, mientras que en sociedades anónimas se divide en acciones.
- El capital propio, también conocido como patrimonio neto, está compuesto por todos aquellos recursos que pertenecen a la empresa y que no deben devolverse. Incluye el capital social, las reservas, los beneficios acumulados y otras aportaciones de los socios. Representa la solvencia real de la empresa y su capacidad para sostenerse sin recurrir a financiación externa.
- Por otro lado, el capital ajeno está formado por los recursos financieros que provienen de terceros y que sí deben devolverse, normalmente con intereses. Es el caso de préstamos bancarios, créditos, deudas con proveedores y otras obligaciones. Este capital puede ser a corto o a largo plazo, dependiendo del tiempo acordado para su devolución.
- El capital de trabajo, también llamado fondo de maniobra, se refiere a la diferencia entre el activo corriente y el pasivo corriente. Es decir, los recursos que una empresa tiene disponibles para operar en el corto plazo. Un capital de trabajo positivo indica una buena liquidez y capacidad para afrontar las obligaciones inmediatas.
- El capital humano hace referencia al conjunto de habilidades, conocimientos y experiencia del personal que trabaja en la empresa. Aunque no es un capital financiero, es fundamental para el funcionamiento, la productividad y la innovación.
- El capital técnico está compuesto por los bienes materiales que la empresa utiliza en sus procesos productivos, como maquinaria, herramientas, edificios o tecnología. Estos activos físicos aportan valor a largo plazo y permiten producir bienes o servicios.
- Por último, el capital intelectual es un tipo de capital intangible que incluye los activos derivados del conocimiento, como las patentes, marcas, software, procesos internos y reputación de la empresa. Este tipo de capital es especialmente relevante en empresas tecnológicas, creativas o basadas en innovación.
Cada uno de estos tipos de capital desempeña un papel clave en la estrategia financiera y operativa de la empresa, y su adecuada gestión contribuye al crecimiento y sostenibilidad del negocio.